En su página web, la entidad precisó que el número total de libios registrados suma poco más de dos millones 771 mil, quienes deberán escoger al próximo presidente del país y a los 240 diputados.
El censo electoral comenzó el 4 de julio y aunque debió cerrar el 31 de ese mes, pero se prorrogó otros 18 días.
Bajo el auspicio de la ONU, 74 delegados libios en representación de diversos partidos y facciones, eligieron en febrero un Gobierno de transición, encargado de dirigir a esta nación árabe hasta la celebración de los comicios.
Entre los principales retos de las autoridades están la salida de los mercenarios extranjeros, la reapertura de las vías terrestres, bloqueada por milicias rivales, mantener el alto el fuego y mejorar la infraestructura y las condiciones de vida de la población, deteriorada tras una década de conflictos internos.
Libia está inmersa en una espiral de violencia desde el derrocamiento Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada directamente por varios miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre ellos Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
La tensión escaló en 2014, cuando las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, jefe de facto del gobierno paralelo establecido en la occidental ciudad de Tobruk, intentaron ocupar esta capital, asiento de las autoridades reconocidas entonces por la comunidad internacional.
Precisamente, Haftar afirmó ayer que sus tropas ‘no están sometidas a ninguna autoridad’, en un aparente desafío al Ejecutivo de transición.
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