El consejero delegado de esa compañía aérea, Roberto Alvo, explicó que los nuevos brotes de la Covid-19 en la región latinoamericana generaron un primer semestre complejo, por lo que tuvieron pérdidas netas por mil 200 millones de dólares, más de la mitad de las registradas un año antes.
Alvo justificó los resultados en los persistentes efectos de la pandemia sobre la operativa del grupo, los cuales deben mejorar en los venideros meses, teniendo en cuenta que en abril Latam tan solo operó al 24,9 por ciento de su capacidad en comparación con 2019.
Entre enero y junio, la cifra de negocio de la compañía fue de mi1 801 millones, un 38,4 por ciento menos, la facturación en viajes de pasajeros descendió un 55,4 por ciento hasta 952,6 millones de dólares, mientras que los vuelos de carga crecieron un 25,3 por ciento.
En lo que respecta a las previsiones para este año, Latam pretende alcanzar una capacidad superior al 50 por ciento al cierre del tercer trimestre, lo que supondría el nivel más alto de operación desde que comenzó la pandemia.
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