De continuar el actual ritmo de arribos, los expertos calculan que el total anual sería cinco veces la cifra de 2018 (uno de los mayores), cuando entraron por la frontera Sur 26 mil personas al Istmo, y en esta ocasión proceden principalmente de las Antillas, África y Asia, refirió la funcionaria en la reunión con presencia de alto nivel de 10 países de la región.
Como ejemplo del volumen, la ministra istmeña de Relaciones Exteriores (Mire), Erika Mouynes, expuso en conferencia de prensa, al concluir la cita virtual, que en 2021 recibieron mil migrantes, pero solo en julio pasado llegaron 20 mil personas desde Colombia, a través de trochas en la selva de Darién.
Por su parte, Gozaine explicó a los periodistas que su país propuso en la cita que todas las naciones apliquen medidas de seguridad para detectar criminales a través de datos biométricos y la búsqueda de alertas internacionales en los archivos de los órganos policíacos.
También los anfitriones solicitaron una acción conjunta contra el crimen organizado que ejecuta la trata y el tráfico de personas, y además, los estimularon a incrementar las sanciones para estos delitos y evaluar la posibilidad de otorgar visas de tránsito a fin de legalizar el movimiento.
Otra propuesta panameña fue que los países involucrados en la ruta irregular incrementen la atención humanitaria, y la funcionaria puso el ejemplo de Panamá que gasta 20 millones de dólares anuales en propiciar a los irregulares un trato que considera justo.
La próxima semana, los directores de Migración presentes en el encuentro tendrán una sesión de trabajo para implementar las medidas específicas de cada país y las conjuntas que ayuden a mitigar los problemas para asegurar que sea ‘ordenada, segura y regular’, anunció.
‘Gracias a nuestros esfuerzos, hoy, el mundo dirige su mirada hacia la migración irregular del Triángulo Sur, un problema que no es solamente panameño, sino de toda la región y que destaca entre el conjunto de movimientos masivos de personas’, añadió Mouynes, quien calificó el encuentro de ‘hito histórico sin precedentes’.
La génesis y el diagnóstico acertado de este fenómeno, que registra un aumento creciente desde países extracontinentales y a lo largo del continente americano, será un punto primordial de la agenda de trabajo propuesta, que incluye un seguimiento técnico por parte de las autoridades diplomáticas, migratorias y de seguridad, advirtió el Mire en nota oficial.
Al encuentro asistieron virtualmente, además, la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez; los cancilleres de Costa Rica, Rodolfo Solano; de Brasil, Carlos França; de Ecuador, Mauricio Montalvo; de Chile, Andrés Allamand y de México, Marcelo Ebrard.
También acudieron a la convocatoria el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Marco Mendicino; el vicecanciller de Perú, Luis Enrique Chávez y la subsecretaria de Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos de Estados Unidos, Uzra Zeya.
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