El ministro germano de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, señaló que se reducirá el personal de la embajada en Kabul en los próximos días para operar con el mínimo posible, destacó el canal de televisión Deutsche Welle.
Nosotros vamos a enviar un equipo de apoyo a la capital afgana para reforzar las medidas de seguridad y precaución, declaró Maas, quien aclaró que el personal auxiliar de la embajada recibirá visa a su regreso a este país para agilizar el proceso de salida.
Los ciudadanos germanos que no forman parte de las fuerzas armadas o del ‘personal designado’, afirmó, deben abandonar la nación asiática, donde los talibanes tomaron el control de las ciudades cabeceras de al menos 17 provincias y amenazan con llegar a Kabul.
Se estima que en Afganistán se encuentra aún un centenar de ciudadanos alemanes, fuera de los integrantes de la misión diplomática o el contingente militar desplegado aquí en 2001, poco después de la agresión de Estados Unidos contra este país, en octubre de ese año.
El anuncio del titular de Relaciones Exteriores se conoce después de la preocupación expresada por algunos legisladores sobre la crisis en el empobrecido país asiático.
Al respecto, el diputado del gobernante alianza de la Unión Democristiana y la Socialcristiana Norbert Rottgen consideró que Alemania no puede abandonar a ningún empleado afgano de la embajada, pues, estimó, puede ser torturado o asesinado.
Más de 150 mil civiles perecieron durante dos décadas de ocupación de Estados Unidos, quien llamó a sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, incluido Alemania, a acompañarlo en esa aventura bélica bajo el argumento de combatir al movimiento Al Qaeda.
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