Las autoridades habilitaron desde la detención y reclusión de la exgobernante, el 13 de marzo, en el penal paceño de Miraflores ‘ambientes adecuados para su estado de salud’, declaró el director general de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias.
‘Primero, se le habilitó un espacio con todos los servicios básicos y un monitor cardiaco para atenderla’, explicó, según la Agencia Boliviana de Información.
De acuerdo con Limpias, los funcionarios del penal crearon para la exmandataria de facto ‘un ambiente equipado con los insumos y medicamentos necesarios, aparte de un médico para su atención durante las 24 horas del día’.
El directivo garantizó que ‘la salud de Áñez permanece totalmente estable, es evaluada constantemente por sus médicos y acompañada en la celda donde está presa por sus familiares, quienes pernoctan junto a ella para ayudarla en su recuperación anímica’.
Los allegados de la autoproclamada presidenta tuvieron acceso a las instalaciones carcelarias pese a que la presencia en estas está limitada para prevenir la pandemia de la Covid-19, puntualizó Limpias.
Según Limpias, las autoridades invitaron también al penal a representantes del Alto Comisionado de la ONU y de la Defensoría del Pueblo para que verificaran el respeto a los derechos y salud de la reclusa, y estos ‘no tuvieron observaciones al respecto.
La Fiscalía acusa a Áñez por genocidio y lesiones graves durante las masacres de Senkata y Sacaba, durante el ejecutivo de facto que encabezó en noviembre de 2019, al que se le atribuyen 38 asesinatos y decenas de heridos.
El Ministerio Público emplazó además a la expresidenta de facto por ‘terrorismo, sedición y conspiración’ durante aquellos hechos, que terminaron con la salida anticipada de Evo Morales de la Presidencia.
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