De acuerdo con el Observatorio Volcánico de Hawái (HVO, en inglés), la actividad comenzó el lunes por la noche y continuó en la mañana del martes.
Hasta las 04:30, hora local, del 24 de agosto se registraron más de 140 sismos, el mayor de los cuales tuvo una magnitud de 3,3 grados. Los científicos que vigilan el fenómeno reportan al menos diez pequeñas sacudidas por hora.
‘El volcán no está en erupción, pero el enjambre de terremotos coincide con un cambio en el estilo de la deformación del suelo, lo que podría indicar el movimiento del magma bajo la parte sur de la caldera del Kilauea’, la HVO concluyó.
La alerta ante la posible erupción del volcán se elevó de ‘aviso’ a ‘vigilancia’, aun cuando las imágenes recogidas vía satélite no muestran evidencia de lava en la superficie.
El Kilauea, que se encuentra en la Isla Grande del referido archipiélago, a unos 320 kilómetros al sur de la ciudad de Honolulu, capital de dicha demarcación federal estadounidense, entró en erupción 34 veces desde 1952. En 2018, su lava destruyó unas 700 viviendas.
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