En el llamado estado del Sol más personas son hospitalizadas y mueren a causa de la pandemia que en etapas anteriores, lo que subraya los peligros de limitar las medidas de salud pública mientras la variante Delta arrasa el estado, algo de lo que es acusado el gobernador republicano Ron DeSantis.
Informes de la base de datos del diario The New York Times precisan que la media de nuevos casos conocidos alcanzó los 23 mil 314 al día durante el fin de semana, un 30 por ciento más que el anterior pico del estado en enero. En todo el país, las nuevas muertes subieron a más de mil al día.
A pesar de que los casos se incrementan, con más de 17 mil 200 personas hospitalizadas con el virus en toda Florida, el gobernador Ron DeSantis, un republicano conservador, mantiene firme la prohibición de las vacunas y los mandatos de máscara.
Varios distritos escolares siguieron adelante con los mandatos de mascarilla de todos modos pese a las amenazas de DeSantis, un potencial candidato republicano para las elecciones presidenciales de 2024.
El lunes, docenas de médicos y empleados de hospitales en el condado de Palm Beach se reunieron en una conferencia de prensa a primera hora de la mañana para suplicar a los no vacunados que se vacunen, subrayando que la oleada estaba desbordando el sistema sanitario y destruyendo vidas.
Según expertos, en la crisis influye que la variante Delta se está extendiendo entre los más jóvenes, muchos de los cuales se creían sanos y no se vacunaron.
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