Esa cifra supone un incremento del 25 por ciento en relación con los tres meses anteriores, precisó un informe.
Minusma documentó en su último balance trimestral que los principales actos de violencia contra civiles ocurrieron en el centro, norte y sur del país, concretamente en las localidades de Bandiagara, Douentza, Djenne, Koro, Mopti, Niono y Segou, Ansongo y Gao
Según la Misión, la mayoría de las agresiones las perpetraron extremistas del Grupo de Apoyo del Islam y Musulmanes (JNIM) -considerado una rama de Al Qaeada-, y los del denominado Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), así como por otras agrupaciones extremistas propiamente malienses.
Asimismo, la Minusma manifestó su preocupación por la extensión del control de JNIM en las zonas rurales del centro y el sur del país, significativamente en los territorios de Segou y Sikasso.
El informe añadió que a diversas poblaciones los grupos integristas les obligaron a firmar acuerdos para evitar ser agredidas, y en los cuales a los residentes se les impuso severas restricciones, especialmente a las mujeres.
También la fuente subrayó que persisten los actos de violencia causados por los enfrentamientos entre comunidades y la consecuente fragmentación del tejido social del país por tales combates.
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