Sus palabras suceden a comentarios de la canciller federal Angela Merkel quien la víspera habló acerca de conversaciones sobre el tema con Francia, Gran Bretaña, Países Bajos e Italia para ‘establecer contactos continuos con los talibanes’.
Sin embargo la reapertura de la sede diplomática no significa un reconocimiento al gobierno talibán, aclaró Maas quien en esta jornada culmina una gira de cuatro días que lo llevó a Turquía Uzbekistán, Pakistán, Tayikistán y Qatar.
Tras el ascenso al poder de los insurgentes en la nación asiática a mediados de agosto el Gobierno germano cerró su embajada en Kabul y su personal abandonó Afganistán.
Muchas delegaciones diplomáticas así como civiles actuaron de igual modo ante la crisis política que aún vive esa nación.
Los insurgentes declararon a su entrada en Kabul que respetarían tanto a nacionales como a representantes extranjeros pero reina un clima de inseguridad en el país.
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