El mandatario hizo las declaraciones durante el recibimiento a las delegaciones participantes en la reunión ministerial de países vecinos de Libia, que envió una representación, programada para celebrarse en esta capital, reportó la agencia noticiosa APS.
Deseamos que Libia recupere su lugar entre los países del Magreb, africanos y árabes (pues) vistos los recursos humanos y económicos que posee puede erigirse en un estado influente en la cuenca (mediterránea), subrayó el mandatario anfitrión.
Libia descendió al caos tras la agresión militar de la OTAN que en 2011 depuso al gobierno constitucional, propició el asesinato de Muamar Gadafi, que no tenía cargo gubernamental, y fragmentó el país entre milicias armadas que controlan el lucrativo tráfico de indocumentados hacia Europa.
Los grupos armados, además, son proveedores de armas de los grupos islamistas que operan en Chad, Burkina Faso y Níger, según reportes de varios servicios de inteligencia.
La división del país entre dos gobiernos rivales, uno con sede en la capital, Trípoli, y otra en la ciudad oriental de Tobruk, agravó aún más la crisis.
El registro de participantes en el encuentro incluye a los cancilleres de Túnez, Egipto, Sudán, Níger Chad y la República del Congo y enviados especiales de los secretarios generales de la ONU, de la Liga Árabe y del Comisionado de la Unión Africana para Asuntos Políticos.
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