En el Informe mundial sobre la protección social 2020-2022 publicado este miércoles, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) mostró que en la actualidad solo el 47 por ciento de los habitantes está efectivamente cubierto por al menos una prestación de este tipo.
Añadió que existen diferencias regionales considerables en este aspecto, pues Europa y Asia Central tienen las tasas de cobertura más altas, con 84 por ciento de la población cubierta por al menos una prestación.
Las Américas también muestran una tasa superior a la medida mundial, con 64,3 por ciento, mientras Asia y el Pacífico (44), los Estados Árabes (40) y África (17,4) presentan evidentes deficiencias en este tema.
A nivel global la gran mayoría de los niños aún no tiene una cobertura efectiva de protección social: apenas uno de cada cuatro (26,4 por ciento) se beneficia de una prestación.
Otros datos son significativos: solo el 45 por ciento de las mujeres con recién nacidos recibe una prestación de maternidad en efectivo, y una de cada tres personas con discapacidad grave (33,5 por ciento) se beneficia con una asistencia por invalidez.
La cobertura de las ayudas por desempleo es aún más baja, apenas el 18,6 por ciento de los trabajadores desocupados está efectivamente cubierto.
De acuerdo con el estudio, si bien 77,5 por ciento de las personas con derecho a pensión de vejez reciben una forma de asistencia, persisten importantes disparidades entre las regiones, entre zonas urbanas y rurales, y entre hombres y mujeres.
El gasto público también varía de manera significativa, pues, en promedio, los países destinan 12,8 por ciento de su producto interior bruto (PIB) a la protección social, excluyendo la salud; sin embargo, las naciones de altos ingresos invierten 16,4 por ciento y los de bajos ingresos 1,1.
El documento señaló que el déficit de financiación (gasto adicional necesario para garantizar al menos una protección social mínima para todos) aumentó alrededor de 30 por ciento desde el comienzo de la crisis generada por la Covid-19.
La OIT precisó que la protección social incluye el acceso a la atención médica y a la seguridad del ingreso, en particular para las personas de edad, en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, accidente en el trabajo, maternidad o pérdida del principal generador de ingresos en el hogar, así como para las familias con hijos.
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