La investigación de ese centro se refirió a la primera gran ola enmarcada de 1865-1916 durante la cual un tercio de los residentes en la zona de Monte Líbano abandonó el territorio nacional.
Después, señala el estudio, ocurrió la provocada por la guerra civil de 1975-1990 que sumó casi un millón de personas.
Y ahora, predice la institución, que la peor crisis económica y financiera en décadas producirá una emigración de centenares de miles.
El fundador del Observatorio de Crisis de Líbano, Nasser Yassin, dijo que todavía se carece de la cifra exacta, pero la percepción es que la inmensa mayoría de los ciudadanos piensa salir del país.
‘La emigración comenzó a ser notoria desde 2020, tras la explosión en el puerto de Beirut, y con personas que trabajaban en el sector de la educación, el bancario y la salud’.
Durante los últimos tres meses aumentó la tendencia, agregó, con la escasez de combustible, la crisis energética (la compañía estatal ofrece si acaso un par de horas de servicio) y la pandemia de la Covid-19.
El centro investigativo poseerá una herramienta más cercana a la realidad del éxodo con el número de estudiantes que estarán en las escuelas de todos los niveles, apuntó Yassin.
Según una encuesta llevada a cabo por la institución en 2020, el 77 por ciento de los jóvenes libaneses consideraron o buscaron visas para emigrar, la más alta en todos los países árabes.
Uno de cada cinco adultos jóvenes perdió su empleo desde 2019 a la fecha y el 61 por ciento de las empresas libanesas redujeron en 43 puntos porcentuales sus nóminas de empleados, de acuerdo con el Banco Mundial.
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