De esa manera, apuntaron, evitarán complicaciones relacionadas con medidas opresivas decretadas por Estados Unidos contra Irán y la vecina Siria.
‘La elección de recibir el barco en un puerto sirio no es por temor a un ataque norteamericano o israelí, sino a consideraciones internas para no implicar a ningún aliado’, indicaron.
Hizbulah (Partido de Dios) anunció en agosto que un cargamento de hidrocarburos iraníes estaba en camino para ayudar a aliviar la escasez en Líbano.
Opositores a ese movimiento advirtieron de las consecuencias que acarrearía esa compra, a causa de riesgos de sanciones contra el gobierno libanés.
Los dirigentes de la Resistencia libanesa declararon prioridad entregar el combustible a los hospitales, en los cuales hay pacientes que morirían si cortan por completo la electricidad.
En segundo lugar, dijeron, los hidrocarburos pasarían a manos de dueños de generadores privados que ahora sustentan el servicio de energía, porque la compañía estatal solo ofrece si acaso un par de horas.
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