Soto deberá responder ante la justicia a las acusaciones de organización criminal, privación de libertad, lesiones graves y leves, delitos contra la salud pública, instigación pública a delinquir, impedir o estorbar el ejercicio de funciones y fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas.
De acuerdo con el canal televiso Bolivia TV, en el momento del arresto la líder de RJC cumplía prisión domiciliaria en la ciudad de Cochabamba, acusada de los ataques a las oficinas de la Fiscalía General del Estado en octubre de 2020.
Entonces pretendían revertir la victoria alcanzada en las urnas por el Movimiento al Socialismo en primera vuelta con más del 55 por ciento de los votos válidos, y que representó el retorno a la democracia en el país con el gobierno del presidente Luis Arce.
La RJC es considerada una organización paramilitar al servicio de la derecha boliviana, protagonista de varios hechos de violencia en el contexto de la asonada de 2019 contra el presidente Evo Morales.
Su participación y complicidad con los promotores del golpe y militares amotinados fue reconocida por las autoridades del gobierno de facto, que pidieron les fueran agradecidos sus servicios durante el conflicto que cobró la vida de decenas de bolivianos.
La agencia de noticias ABI recordó que la Defensoría del Pueblo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunciaron las agresiones, ataques y abusos que cometió la RJC durante el régimen de Jeanine Áñez.
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