Entre las advertencias en contra de su oponente el elegido de la actual canciller federal Angela Merkel mencionó la posibilidad de un pacto con La Izquierda, partido que está a la zaga en la intención de voto.
Dicha opción, según Laschet, es incompatible con la política exterior de la Alemania actual.
Sus palabras suceden en un momento en que la coalición de gobierno integrada por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su socio bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), van segundos en la preferencia de los votantes.
Un sondeo de la encuestadora Civey divulgado este sábado arrojó que el 56 por ciento de los consultados desea que la alianza, que por 16 años llevó las riendas del país, pase a la oposición.
Según analistas, esos resultados son consecuencia de la mala gestión de Laschet ante la pandemia y su ‘apatía’ en la búsqueda de soluciones tras las intensas lluvias que azotaron el pasado mes la zona sur del país.
Pero la actual jefa de gobierno, al contrario de su candidato, mantiene altos niveles de aceptación que pretende traspasar a Laschet brindándole un respaldo firme y alabando sus ‘valores y su carrera política’.
Merkel insiste en que el político es el ‘candidato ideal’ para continuar al frente del gobierno y para demostrar su apoyo realiza este fin de semana una gira que la llevará a varias regiones del país.
Dentro de pocos días los electores alemanes irán a las urnas para votar por los 709 diputados que conformarán el Bundestag (Parlamento Federal).
Los legisladores elegirán al sustituto de la actual canciller federal, quien por 16 años llevó las riendas del país y ahora cifra sus esperanzas en Armin Laschet para extender su legado.
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