Vistieron camisetas con el mensaje Jistis pou Jovenel Moïse (Justicia para Jovenel Moïse) e interrumpieron el paso de la comitiva de Henry reclamando que las autoridades hagan su trabajo y detengan a los responsables del crimen.
Asimismo, reprocharon al jefe de Gobierno su supuesta inacción, en el archivo que en dos meses ya tuvo dos jueces de instrucción, mientras avanza lentamente las audiencias de los presuntos implicados.
Moïse murió baleado en su residencia el pasado 7 de julio, presuntamente a manos de un comando armado integrado por 26 colombianos. La Policía arrestó a 18 de ellos, otros dos murieron en enfrentamientos y al menos uno se encuentra desaparecido, de acuerdo con la información oficial.
Además, se encuentran detenidos una veintena de policías, dos responsables de seguridad presidencial y un sospechoso de ser el autor intelectual, el médico Enmanuel Sanon.
Mañana miércoles, el juez de instrucción, Garry Orélien, entrevistará al exjefe de la Unidad de Seguridad Presidencial, aunque se desconoce la fecha para audiencias posteriores de otros presuntos implicados.
Moïse es el quinto presidente asesinado en Haití mientras ejercía su cargo, y su muerte afianzó el vacío institucional en un país que actualmente carece de parlamento, y cuenta con corte suprema disfuncional.
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