Directivos del Ministerio de Turismo y Deportes de Tailandia señalaron que, dependiendo del nivel de inmunidad colectiva a nivel nacional, el país volvería a recibir visitantes extranjeros incluso sin someterlos a cuarentena si presentan certificados de vacunación y PCR negativos 72 horas o menos antes del arribo.
En algunas provincias con importantes enclaves turísticos y donde la situación epidemiológica está relativamente bajo control, las entradas serán permitidas desde el 1 y el 15 de octubre, según el caso.
Estaba previsto que bajo ese plan estuviera Bangkok, la capital, pero la decisión se aplazó hasta noviembre a la espera de mayores avances de la campaña de vacunación. De cualquier modo, las autoridades sanitarias advirtieron a la población que no peque de exceso de confianza, pues la variante Delta del virus SARS-CoV-2 ha demostrado una alta capacidad de propagación y letalidad.
Después de China, Tailandia fue la primera nación de Asia donde irrumpió el nuevo coronavirus y hasta fines de abril último fue uno de los puntos brillantes de la región en el enfrentamiento a la enfermedad.
Pero entonces una cadena de contagios iniciada en varios centros nocturnos echó por tierra sus estadísticas y forzó a cerrar aún más el país, tanto hacia el extranjero como en lo interno.
La anunciada reapertura de las fronteras es un claro intento por reanimar la maltrecha economía nacional y sobre todo el turismo, que aporta alrededor del 12 por ciento del Producto Interno Bruto.
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