En un podcast del comunicador Mano Brown, publicado este jueves, el fundador del Partido de los Trabajadores abordó la situación política en Brasil, donde no ocurre una disputa entre la derecha y la izquierda, sino entre los fascistas y la democracia.
‘Bolsonaro no es de derechas. Hay que analizarlo más como Hitler y Mussolini que como un derechista. Porque no piensa. No medita, piensa en tonterías’, indicó.
Señaló que el exmilitar no emite una frase entera en la que merezca la pena y tampoco tres minutos de argumento para nada serio, ‘por eso su vida es una noticia falsa’, apuntó.
Brown y Lula llegaron a este tema a través de una discusión entre tendencia de derecha e izquierda.
Para el exdirigente obrero, ‘las izquierdas son agrupaciones políticas más preocupadas por la cuestión social y el crecimiento de las oportunidades para los llamados oprimidos’.
Y la derecha, precisó, son esos sectores conservadores que quieren enriquecerse a costa de la sociedad.
También el exgobernante criticó la definición de la derecha y un Estado más pequeño, y estimó que los candidatos de este espectro defienden ‘un Estado al servicio de sus intereses’.
Lula consideró que Bolsonaro ganó las elecciones de 2018 ‘porque mucha de nuestra gente votó con él’ y se perdió en el debate ideológico.
Sobre la posibilidad de su candidatura a las justas comiciales del próximo año, nuevamente respondió que aún no tiene nada decidido.
Comunicó que lo hará en marzo. ‘Sé que es difícil de creer que alguien que ocupa el primer lugar en las encuestas no sea un candidato, pero no lo soy por una simple razón’, acentúo.
Primero, alegó, ‘porque no quiero ser candidato por mí mismo. Necesito construir una candidatura que venga de abajo hacia arriba’, subrayó.
Una encuesta de la consultora Queast Consulting y Genial Bank, correspondiente a septiembre, mostró a Lula con casi la mitad de las papeletas para presidente en la primera vuelta de las votaciones en 2022, pasando a la segunda con Bolsonaro y también ganando la disputa.
En cinco escenarios de primera ronda, el exlíder sindical lidera con una oscilación entre un 44 y 47 por ciento de las intenciones de voto. El exparacaidista tiene entre un 25 y 26 por ciento.
La creciente impopularidad de Bolsonaro coincidió con el avance de los trabajos de una comisión del Senado que investiga la gestión gubernamental ante la Covid-19 que cobró hasta la fecha cerca de 590 mil vidas perdidas y más de 21 millones de contagios.
Por su parte, la intención de voto de Lula se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos en marzo tras un juez del Supremo Tribunal Federal anular todas sus condenas.
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