La cifra tomada de los resultados de investigaciones en 2020 precisó que esa inseguridad alimentaria golpea a un nueve por ciento más de personas que en 2019, cuando el hambre afectaba a 35,2 millones de personas.
Un informe periodístico publicado en el sitio nakedcapitalism.com aborda la documentación por el gobierno sobre cómo la pandemia de Covid-19 y el correspondiente repunte del desempleo exacerbaron la inseguridad alimentaria.
Los resultados de los estudios mostraron que el número de niños esttadounidenses que padecen hambre aumentó de 10,7 millones en 2019 a 11,7 millones el año pasado, también un aumento de aproximadamente nueve puntos porcentuales.
Asimismo el USDA reveló que aproximadamente 60 millones de personas -cerca de uno de cada cinco residentes en el país- recibieron asistencia alimentaria caritativa el año pasado, un cinco por ciento más que en 2019, según Emily Engelhard, directora gerente de investigación de Feeding America, la mayor organización nacional de ayuda contra el hambre.
Organizaciones citadas por la cadena CNN señalaron que el problema no es peor porque la red del grupo de 200 bancos de alimentos y 60 mil despensas distribuyeron más de seis mil millones de comidas en 2020, un aumento del 44 por ciento respecto al año anterior.
Por otra parte, activistas dijeron que ese flagelo, que ya afectaba a millones de personas en la nación más rica del mundo mucho antes de 2020, habría crecido aún más el año pasado si el Congreso no hubiera asignado miles de millones de dólares para financiar medidas contra la pobreza en respuesta a la crisis del coronavirus.
Por ejemplo, tras el inicio de la Gran Recesión en 2008, que a diferencia de la pandemia de Covid-19 no provocó una ampliación del estado de bienestar social, el número de estadounidenses que se enfrentan a la inseguridad alimentaria se disparó en casi 13 millones, alcanzando un máximo de 50,2 millones.
Según Joel Berg, director general de Hunger Free America, aunque la carencia de alimentos ya era un problema masivo y sistémico en los 50 estados antes de que llegara la emergencia sanitaria, el hambre doméstica se disparó durante la pandemia.
Para enfrentar el problema demócratas de 25 comités de la Cámara de Representantes pidieron a la Casa Blanca ‘que convoque una conferencia nacional sobre la alimentación, la nutrición, el hambre y la salud que reúna a diferentes sectores estadounidenses para diseñar una hoja de ruta y acabar con el hambre en Estados Unidos para 2030’.
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