Los reguladores del país asiático investigaron desde 2016 a la empresa estadounidense, tras acusaciones de que obligaba a los fabricantes locales de teléfonos inteligentes como Samsung y LG a usar solo el Android OS y les impedía anclar los sistemas desarrollados por rivales.
Concluyeron que Google afectó el mercado con el denominado ‘acuerdo anti-fragmentación’, contenido en los contratos para utilizar las tiendas de aplicaciones y acceder al Android.
Esa cláusula no permite instalar ninguna modificación de ese sistema operativo en los dispositivos móviles.
Para Surcorea, con el acápite Google consolidó la posición dominante en la telefonía móvil y socavó la innovación de los rivales.
Antes de la multa, el estado asiático aprobó una ley que prohíbe a gigantes como la compañía norteamericana que obliguen a desarrolladores de programas a usar sus plataformas de pagos y cobrarles una comisión por adquirir aplicaciones.
npg/ymr