En declaraciones al comité de salud de la Cámara de Consejeros, Omi atribuyó la tendencia a la baja de las infecciones a una combinación de factores, entre ellos el progreso de la vacunación, la reducción del tráfico peatonal, la suspensión del alcohol en los restaurantes y la alta tasa de uso de mascarillas.
No obstante, el funcionario advirtió que aún se debe vigilar de cerca el sobrecargado sistema médico del país, y que la reducción apresurada de las restricciones antipandémicas podría conducir a una sexta ola de infecciones, especialmente cuando se acerca un clima más frío.
Con el sistema sanitario aún bajo presión por la afluencia de pacientes con Covid-19, gran parte de Japón permanecerá en estado de emergencia hasta el venidero 30 de septiembre.
Los informes gubernamentales muestran que poco más de la mitad de la población nipona completó el esquema de vacunación; se prevé que en noviembre se complete el proceso de inoculación de todas las personas que deseen recibir el fármaco.
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