La propuesta surgió después de que la Organización de Gestión de Residuos Nucleares anunció sus planes de construir una plataforma para almacenar permanentemente más de 50 mil toneladas de desechos radioactivos de alto nivel.
La planta será erigida en la localidad canadiense de South Bruce, situada en la cuenca del grupo de cinco lagos que están en la frontera entre ambos países (Superior, Míchigan, Hurón, Erie y Ontario).
El congresista demócrata Dan Kildee, quien hizo la petición a la administración de Biden, alertó que si se produce un accidente en los Grandes Lagos, tendrá un efecto catastrófico en la salud pública de las comunidades estadounidenses y canadienses circundantes, aclaró.
Levantar esa bodega en la cuenca pone en riesgo nuestras economías y millones de puestos de trabajo en las industrias de la pesca, la navegación y el turismo, así como podría afectar el abasto de agua potable de las comunidades, agregó el legislador.
Kildee presentó una resolución bipartidista, copatrocinada por 11 demócratas y nueve republicanos, para forzar a Biden a trabajar con el gobierno del primer ministro Justin Trudeau para detener los planes de almacenamiento.
El jefe de la tribu india Saginaw Chippewa, Tim J. Davis, se sumó a las preocupaciones y rechazó la amenaza de que los residuos se depositen en la Madre Tierra, tan cerca del mayor depósito de agua dulce del planeta.
Los Grandes Lagos abastecen de agua potable a más de 40 millones de personas en Estados Unidos y Canadá y generan más de 82 mil millones de dólares de actividad económica al año, de acuerdo con la Federación Nacional de Vida Silvestre.
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