Mikati emitió tal opinión tras conocer por el ministro de Energía Walid Fayyad la llegada de hidrocarburos iraquíes a la planta eléctrica de Deir Ammar, con los cuales habría un alivio de la crisis energética.
Iraq y Líbano firmaron un acuerdo de manera virtual mediante el cual la llamada nación de los cedros recibirá combustible y la mesopotámica, servicios y asesoría en la atención médica.
A propósito, el jefe del Gobierno libanés adelantó sobre acciones para diversificar las fuentes de energía e incluir el gas u otras renovables.
Durante los últimos días, la compañía Electricité du Libano apenas tributó una o dos horas diarias a la red nacional, mientras la población recurrió a generadores privados, cuyos dueños subieron cinco veces sus tarifas.
La nación con costas al mar Mediterráneo oriental carece de divisas para comprar combustible derivado, de lo cual está a punto del colapso.
Los cortes de energía forman parte del panorama libanés desde el fin de la guerra civil de 1975-1990, pero ahora la situación tocó fondo, al punto que se iría a una oscuridad total si no aparece el dinero para comprar combustible.
msm/arc