Es un escenario al cual se llega mediante lancha, atravesando una laguna interior que desde el primer momento ilusiona al visitante en el sentido de atrapar excelentes fotografías.
Guamá constituye un escenario turístico poco común, sobre todo teniendo en cuenta que surgió en una zona muy apartada y pobre de esta isla.
Sin embargo, lo más curioso para el visitante, lo constituye un paseo por canales hacia el centro propiamente, o de alojamiento, donde varias isletas tienen las cabañas sobre pontones, en medio del agua, como en algún momento debió ser.
Y toda esa vida, colorido y recuerdos nos los traen las declaraciones de quienes trabajan en el lugar, en Boca de Guamá.
Entusiastas por el retorno del turismo a Cuba previsto para el 15 de noviembre próximo, a pesar de la Covid-19 y a partir de estrictos protocolos sanitarios, en ese lugar se respira esfuerzo y dedicación. El escenario es en la Ciénaga de Zapata (provincia de Matanzas), lugar que para expertos constituye el mayor humedal del Caribe.
Un criadero de cocodrilos, el viaje en lancha, un hotel sobre pontones, caminos de madera para permitir el acceso por lugares cenagosos y varias esculturas de aborígenes en sus faenas de aquellos momentos, otorgan el toque de distinción perfecto al lugar.
Boca de Guamá es el embarcadero desde donde se parte para un paseo o varios por los canales y la laguna que conducen al alojamiento del mismo nombre (aborigen por supuesto).
Pero en ese punto aparece un complejo de servicios a los viajeros, con área extra hotelera, restaurante, embarcadero, criadero de cocodrilos y un ranchón para almuerzos.
De todos esos pasatiempos, el más demandado es la visita al criadero de cocodrilos, un área muy bien conservada y en desarrollo.
Toda esta zona, la ciénaga, tiene reconocimientos internacionales por su conservación medioambiental como es el caso de Reserva de la Biosfera y Sitio Ramsar.
Pero lo más interesante es ver la Aldea Taína, nombre de un grupo aborigen encontrado por los españoles al llegar a Cuba.
Se trata de una excursión que permite apreciar vívidas estatuas, en las posiciones de aborígenes cazando, pescando o en actividades diversas de su momento.
Este complejo turístico surgió hace más de 50 años por idea del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y de la heroína Celia Sánchez (1920-1980) y las 26 esculturas fueron resultado de la artista Rita Longa (1912-2000)
En la actualidad el complejo se encuentra en un proceso de inversión y mantenimiento, y el hotel propiamente cuenta con 36 habitaciones estándar de guano y madera con pilotes, y todas las comodidades, con acceso mediante puentes y caminos, o por botes y bicicletas acuáticas, lo que le otorga un encanto particular.
El hotel se encuentra en 12 islas que abarcan más de 10 mil metros cuadrados, todas artificiales con seis áreas, incluido restaurante y piscina.
Es un lugar maravilloso que muchas personas gustan de visitar más de una vez, un vínculo de naturaleza, historia y tradiciones.
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