las acciones violentas del gobierno de Colombia contra campesinos e indígenas vulnerables que habitan la reciente ampliación del Parque Chiribiquete, sureño departamento del Caquetá.
Por medio de un comunicado, esta fuerza política afirmó que la llamada Operación Artemisa es un fracaso que solo consiguió ‘desgastar la legitimidad de las autoridades ambientales, violar los derechos humanos de indígenas y campesinos que habitan la Colombia profunda.’
Tal operación, aseguró Comunes, consiguió malgastar los dineros destinados por la comunidad internacional para conservar la Amazonia y la Orinoquia.
Para este partido, la lucha contra la deforestación, centro de la citada operación gubernamental, ‘es una política de la derecha colombiana que busca dar tratamiento militar a un problema que resulta fundamentalmente social’.
Enfatizó que quienes protagonizan la supuesta defensa de los bosques ‘recurren a la violencia, no por querer proteger los ecosistemas, sino porque no quieren aflojar la tierra productiva que han acaparado con violencia y despojo en los llanos orientales y la Amazonia’.
Recalcó que la Operación Artemisa y leyes como la de delitos ambientales es la forma en que desde el Legislativo y el Ejecutivo se hace trizas el punto uno del Acuerdo Final de Paz.
‘Saludamos la unidad, la capacidad de movilización y todas las iniciativas que han presentado campesinos, indígenas y firmantes de paz del Meta, Guaviare y Caquetá para dar solución pacífica y definitiva al conflicto social y ambiental’, expresó en el texto.
Comunes reiteró su rechazo al uso de la violencia a nombre de la conservación y subrayó que el diálogo es la ruta.
De acuerdo con diversas fuentes, ayer en San Vicente del Caguán, luego de desarrollarse la audiencia ambiental que recogió las voces de las víctimas de la Operación Artemisa, el Ejército atacó una parcela campesina.
ocs/otf