La instancia constató que los migrantes devueltos fueron objeto de varias violaciones de los derechos humanos, incluido el respeto a su integridad física, moral y psicológica, mientras las categorías sociales más vulnerables, sobre todo los niños y las mujeres embarazadas, no recibieron un trato especial.
La OPC calificó de inhumana las condiciones en que viven actualmente los migrantes bajo el puente internacional que conecta a Ciudad Acuña (México) con Del Río (Texas), sin acceso al agua potable, alimentación y atención sanitaria.
Según el organismo, la Cancillería debe dialogar con las autoridades mexicanas y estadounidenses, en busca de una moratoria a favor de los miles de compatriotas expuestos a la deportación.
Este martes un grupo de abogados haitianos basados en Estados Unidos anunciaron su intención de presentar acciones legales para detener los que consideran expulsiones sumarias.
Asimismo, deploraron que los migrantes no tuvieron la oportunidad de ver a un oficial de inmigración encargado de verificar si huyen de su país por una amenaza de muerte, mientras las solicitudes de asilo fueron ‘totalmente’ rechazadas.
Por su parte, el Colectivo Defensores Plus, también pidió al Gobierno detener las deportaciones, que ocurren en plena crisis sociopolítica y económica, creciente inseguridad, pobreza y la inestabilidad institucional.
No obstante, hasta la fecha más de 500 nacionales regresaron en vuelos del Gobierno estadounidense y se espera que esas operaciones continúen durante la semana.
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