En uno de los escenarios planteados por el IPEC, el fundador del Partido de los Trabajadores tendría 48 por ciento de apoyo y el mandatario Jair Bolsonaro recibiría un 23.
Respecto al último sondeo en junio, Lula mantiene 11 puntos porcentuales más que la suma de todos sus posibles adversarios, lo cual le llevaría a triunfar en primera ronda.
Después de los dos favoritos pretendientes, queda ubicado el político Ciro Gomes (ocho por ciento), el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria (tres) y el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta (tres).
El centro de pesquisas incorporó en el segundo escenario a 10 candidatos y el exdirigente obrero lograría 45 por ciento, mientras Bolsonaro 22 y 18 los otros, entre ellos el exjuez Sérgio Moro (cinco).
Después quedaría el presentador de televisión José Luiz Datena, con tres por ciento de los interrogados, y Doria (dos).
Mandetta y el titular del Senado, Rodrigo Pacheco, fueron nominados, cada uno, por el uno por ciento de los encuestados.
Por su parte los senadores Alessandro Vieira y Simone Tebet no obtuvieron puntuación.
El nueve por ciento de los inquiridos votó en blanco o nulo y un cinco respondió no saber o no contestó.
La investigación consultó del 16 al 20 de septiembre a dos mil dos personas en 141 municipios, el margen de error es de dos puntos más o menos, y el nivel de confianza es del 95 por ciento.
Otro estudio del Instituto Datafolha reveló el 17 de septiembre que Lula registra 44 por ciento de favoritismo y mantiene su ventaja en las encuestas de intención de voto para las justas comiciales del próximo año.
De acuerdo con el examen, el exdirigente obrero supera ampliamente a Bolsonaro, quien intentará su reelección y recibe un 26 por ciento de distinción en un primer turno.
Para una segunda ronda, Lula tendría el 56 por ciento de las intenciones de votos y el exmilitar apenas un 31.
Esta resultó la primera encuesta sobre la reputación del gobernante tras los actos con agenda antidemocrática del 7 de septiembre, Día de la Independencia.
La creciente impopularidad de Bolsonaro coincide con el avance de los trabajos de una comisión del Senado que investiga la gestión gubernamental ante la Covid-19.
De igual manera por la llegada de una segunda ola de la enfermedad que se acerca a las 600 mil muertes.
La intención de voto de Lula se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos en marzo después que un juez del Supremo Tribunal Federal anuló todas sus condenas.
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