Las devoluciones de migrantes que se agruparon en la ciudad estadounidense de Del Río continúan, a pesar de las protestas de organizaciones sociales y funcionarios electos.
El coordinador de la Oficina Nacional de Migración, Jean Négot Bonheur Delva, confirmó que de la cifra total casi el 57 por ciento son mujeres y menores de edad que fueron retornados junto a sus padres.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), alertó que los ciudadanos son devueltos sin la protección adecuada, lo cual los hace aún más vulnerables a la pobreza, violencia de pandillas y desplazamientos, en momentos en que Haití vive una serie de desastres naturales, pandemia e inseguridad.
El organismo también expresó preocupación por las familias en Del Río, Texas, Estados Unidos, y estimó que el 40 por ciento de esos migrantes son niños y adolescentes en condiciones inadecuadas y de hacinamiento.
En este sentido, Unicef se comprometió a proporcionar asistencia, acceso a los servicios de protección, entrega de agua potable y kits de higiene, además de apoyo psicosocial y suministros educativos a los migrantes.
Por su parte, la Oficina Nacional de Migración activará, lo antes posible, una unidad psicológica para ayudar a los migrantes, adelantó Delva, quien espera que el programa de asistencia e integración al retorno garantice un retorno seguro y digno de los ciudadanos de Haití.
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