El agravio a la wiphala es una ofensa no solo al movimiento indígena boliviano sino a todos quienes luchan contra el racismo y la discriminación, señaló el exmandatario (2006-2019) a través de su perfil en la red social Twitter.
Esa bandera de los pueblos originarios resulta un símbolo de integración y liberación que representa la igualdad, dignidad, diversidad y unidad, remarcó.
Gracias a la lucha heroica y milenaria de los indígenas, Bolivia dejó atrás el Estado colonial, excluyente y republicano, aseveró el sindicalista, activista y dirigente de origen aimara.
Quienes ultrajan la wiphala y atacan cobardemente a nuestros hermanos, demuestran su fracaso ante la historia, expresó, mientras destacó que la nación está unida y fortalecida.
Su mensaje se produce luego que la víspera en la conmemoración de los 211 años de la gesta libertaria de la oriental región, las autoridades santacruceñas dieron la orden de bajar del mástil la bandera tricolor y la wiphala.
En medio de incidentes, un grupo de pobladores las bajó minutos después de su izamiento por el presidente boliviano en ejercicio David Choquehuanca, para posteriormente arrancarlas y ultrajarlas.
El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, impidió además que Choquehuanca hiciera uso de la palabra en el acto y en su discurso amenazó terminaría lo que empezó, en abierta alusión al golpe de Estado que promoviera en 2019.
‘Nosotros asumimos cualquier reacción del ejecutivo, sabemos perfectamente que nos quieren meter presos y les hemos dicho claramente que no vamos a huir’, manifestó.
Han venido a querer imponer su bandera, los ciudadanos la sacaron, a nosotros no nos representa y es una confrontación que ellos hacen, planteó.
Camacho, anteriormente líder cívico regional, fue el principal cabecilla de las protestas contra Morales tras las elecciones generales del 20 de octubre de 2019, cuyo infundado argumento de fraude aún sostiene.
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