Tanto el aspirante victorioso, Olaf Scholz, como el conservador Armin Laschet mostraron su intención de liderar el próximo ejecutivo de coalición.
Scholz derrotó al candidato oficialista por menos de dos puntos porcentuales, diferencia inferior a la reflejada en las encuestas, pero congruente con los sondeos de opinión previos a los sufragios.
La Constitución prevé que los dos partidos más votados puedan encabezar el Gobierno en un país donde el canciller federal es elegido por el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento).
Tras 16 años en el poder, la Unión Demócrata Cristiana de la actual jefa de gobierno Angela Merkel perdió las elecciones debido a la impopularidad de su candidato que en los últimos meses de campaña descendió bruscamente en la intención de voto.
El mal manejo de la pandemia de la Covid-19 y la mala gestión ante las inundaciones que afectaron el sur del país en agosto, dieron al traste con las aspiraciones del primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia de alzarse victorioso.
En ese escenario, socialdemócratas, conservadores, ecologistas (verdes) y liberales (FDP) se disponen a entablar conversaciones para formar alianzas que les permitan obtener mayoría parlamentaria y formar gobierno.
Scholz declaró a la prensa que el puesto de Laschet está en la oposición y ratificó su voluntad de crear una coalición con los Verdes y el FDP.
El actual binomio gobernante no solo sufrió fuertes pérdidas sino que recibió del electorado el mensaje de que deben pasar a la oposición, afirmó Scholz, previo a una reunión de su formación política, luego de conocerse los resultados.
‘Nuestro trabajo ahora consiste en aplicar pragmatismo y liderazgo a la tarea de formar gobierno (…) comenzaremos contactos con los Verdes y los liberales’, afirmó.
De su lado, Laschet anunció su intención liderar el siguiente ejecutivo por lo que buscará también una alianza similar.
Analistas consideran posible una reunión entre ecologistas y el FDP para fijar una base común de cara a las negociaciones que podrían durar semanas o incluso meses bajo el signo de que el ejecutivo emergente será el primero en 16 años que no esté dirigido por la canciller saliente.
Altos cargos de la Comisión Europea interpretaron los resultados electorales como una ‘clara apuesta por la justicia social y la protección del medio ambiente’.
Para la comisaria de Cohesión y Reformas del bloque regional, Elisa Ferreira, el nuevo escenario supondrá ‘un fuerte mandato para la justicia social, la acción por el clima y la solidaridad europea en Alemania’.
El titular comunitario de Economía, Paolo Gentiloni, felicitó al líder socialdemócrata por lo que calificó de ‘exitosa campaña electoral’ y escribió en Twitter un mensaje que habla de ‘equidad social, crecimiento sostenible y transición verde para una Europa más fuerte’.
De su lado, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y encargado del Pacto Verde, Frans Timmermans, abogó en la misma red social por ‘la justicia social, la protección del clima y la transformación verde de nuestra economía y sociedad’.
Mientras la comisaria de Igualdad del bloque integracionista, Helena Dalli, señaló que espera trabajar en estrecha colaboración con la próxima coalición de gobierno para promover diferentes expedientes de igualdad a nivel europeo.
Tras las votaciones del domingo, los socialdemócratas tendrán 206 de los 735 escaños en el vigésimo Bundestag; la coalición de gobierno integrada por Democristianos y Socialcristianos alcanzó 196 bancas, mientras Los Verdes totalizaron 118 puestos.
Por detrás quedó el FDP con 92, el ultraderechista Alternativa para Alemania con 83 y La Izquierda con 39.
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