Ese valor superó al observado en junio (8,7 por ciento), una muestra de la recuperación impulsada principalmente por la minería, la construcción y el transporte, precisó a la prensa la ministra de Planificación del Desarrollo, Gabriela Mendoza.
Contribuyeron a esa subida los minerales metálicos y no metálicos con 54,9 por ciento, la construcción 32,8, transporte y almacenamiento 27,1, petróleo y gas natural 12,2, así como la industria manufacturera 10,4 por ciento, detalló.
La titular sumó la electricidad, gas y agua 10,2 por ciento, comercio nueve, otros 4,9, agropecuaria 2,2 y comunicaciones 2,1, con la excepción de los servicios financieros que cayó 0,6 y servicios de la administración pública 0,9 por ciento.
El aumento reportado viene de la mano de la reducción de la tasa de desempleo, la cual hasta agosto descendió a 6,5 por ciento, menor a la reportada en enero de este año, cuando estaba en 9,6 y a la de julio del gobierno de facto de Jeanine Áñez con 11,6 por ciento, destacó Mendoza.
Entre diciembre del año precedente y agosto de 2021 se crearon 353 mil empleos, enfatizó a partir del informe presentado; mientras describió el superávit comercial (la diferencia de las exportaciones sobre las importaciones), que alcanzó a mil 360 millones de dólares en agosto.
Todos los sectores están creciendo a tasas más elevadas, apuntó la ministra y aseguró que se reconstruye la economía, al tiempo que el aparato productivo reacciona, aseveró.
Desde la campaña previa a las elecciones del 18 de octubre de 2020, el entonces candidato presidencial Luis Arce expresó que trabajaría sin descanso para reconstruir la economía boliviana, enfrentar la pandemia de la Covid-19 y recuperar la democracia.
Luego de su llegada a la jefatura del Estado en noviembre pasado, respaldó particularmente una estrategia para avanzar financieramente, entre cuyas prioridades sobresale volver a un orden social comunitario más justo e inclusivo.
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