Su suerte parece echada después de la larga sesión en la cual señaló que las acusaciones de hace 40 años, sobre supuestos vínculos con el grupo armado Sendero Luminoso, fueron descartadas por dictámenes judiciales que presentó en su defensa.
Las firmas necesarias para la moción de censura fueron recogidas entre miembros de partidos opositores que insistieron en las acusaciones, unos porque no le creían ni a la justicia y uno que invocó el dicho de ‘si el río suena es porque piedras trae’, más bien una alerta para comprobar dichos y sospechas. La votación de la censura se realizará entre cuatro y 10 días después de su presentación y solo cabe esperar el desenlace y la posibilidad de que el asunto derive en una crisis política, de consecuencias difíciles de pronosticar.
La bancada del partido gobernante, Perú Libre, convencida de la inocencia de Maraví, pidió al presidente Pedro Castillo que el primer ministro, Guido Bellido, haga cuestión de confianza en el Gabinete, ante la intención de censurarlo injustificadamente.
En tal caso, de aprobarse la censura determinaría el retiro de todos los ministros y de repetirse la situación, el presidente podría disolver constitucionalmente el Parlamento y convocar una nueva elección legislativa.
Bellido planteó esa posibilidad un día antes de la interpelación, pero, según la presidenta del Congreso, María Alva, Castillo descartó la opción ante una delegación parlamentaria que le expresaba preocupación por la advertencia del primer ministro.
Alva dijo ayer al pleno que si se presentara la moción de confianza, significará que la palabra del mandatario carece de validez y el Parlamento asumirá en tal caso sus responsabilidades, lo cual fue interpretado en medios parlamentarios como una amenaza velada de vacar (destituir) al jefe de Estado.
La vacancia fue pedida abiertamente en el debate de ayer por congresistas de extrema derecha y, ante una pregunta de reporteros, Alva dijo hoy que el Legislativo no teme una moción de confianza porque está dispuesto a defender sus fueros.
En ese marco, el congresista Álex Flores, de Perú Libre, pidió al mandatario que disponga presentar la moción de confianza frente a lo que calificó de abuso de la mayoría parlamentaria, pues Maraví demostró que no tiene ninguna cuenta pendiente con la justicia.
Flores reiteró que Perú Libre rechaza toda forma de terrorismo, sea subversivo o estatal y hubiera votado por la censura a Maraví de haber pruebas de que estuvo involucrado con esa actividad.
Para sus compañeros, el ministro de Trabajo no debe ser evaluado por supuestos hechos de su pasado sino por su labor, como primer titular de esa cartera que cautela los derechos de los trabajadores.
‘La derecha golpista va a presentar la censura sin ningún sustento válido y por subjetividades y anteojeras ideológicas’, dijo por su parte el legislador Guillermo Bermejo, del mismo partido, quien consideró llegado el momento de presentar la cuestión de confianza.
mem/mrs