Un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), publicado en su página web, indicó que algunos de esos países como Angola, Haití, Somalia, Zimbabwe y Sudán, entre otros, podrían incluso tardar más de cinco años en recuperar la renta per cápita que sus poblaciones tenían en el 2019.
También precisó que algunas de esas naciones candidatas a salir de esa categoría establecida por Naciones Unidas, permanecerán en ella por la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19, entre ellas Angola, Bangladesh, Laos o Nepal.
Esa clasificación de economías, creada por la ONU hace 50 años, usa criterios como una renta per cápita anual en torno a mil dólares por persona, y se utiliza para la concesión de ayuda humanitaria, accesos preferenciales al mercado o asistencia técnica.
Durante cinco décadas sólo seis países salieron de la lista de los PMD: Botswana en 1994, y posteriormente en el presente siglo lo hicieron Cabo Verde, Maldivas, Samoa, Guinea Ecuatorial y el pasado año el archipiélago de las Vanuatu, en Oceanía.
La Unctad subrayó que muchas de estas economías son muy dependientes de la exportación de materias primas, y aunque ha mejorado levemente su comercio exterior de productos manufacturados representan menos de la centésima parte del comercio global (0,13 por ciento en la pasada década).
Asimismo, el Producto Interno Bruto de los PMD, formado por 46 economías y donde vive más de la octava parte de la población mundial, se multiplicó por cinco en los últimos 50 años, pero la renta per cápita aumentó mucho más lentamente, pasando de 600 dólares por persona en 1971 a mil 082 en la actualidad, menos del doble.
Cálculos de la Unctad indican que esas naciones necesitan aumentar su inversión un nueve por ciento anualmente para erradicar la extrema pobreza, o sea 485 mil dólares por ejercicio, y más del doble para duplicar el peso de su industria en la economía y dejar de depender de las materias primas para su crecimiento.
En opinión de la secretaria general de ese organismo, Rebeca Grynspan, los PMD están en un momento crítico, y necesitan apoyo de la comunidad internacional para mejorar sus capacidades con el fin de afrontar sus problemas estructurales, pero también los nuevos desafíos de la Covid-19 y el cambio climático.
Respecto a la pandemia, resaltó el retraso que muestran frente al mundo desarrollado, como lo prueba el hecho de que sólo un dos por ciento de su población está vacunada contra esa enfermedad, frente al 40 por ciento en las economías de ingresos medios y altos.
jcm/crc/cvl