Junto a embajadores acreditados aquí, personalidades de grupos religiosos y comunidades, cientos de ciudadanos e invitados, varios representantes de las autoridades de esas naciones participaron en una ceremonia pública organizada en esta capital, después de la investidura oficial de Ahmed.
El presidente de Djibouti, Ismail Omar Guelleh, declaró que confía en una eficaz gestión gubernamental del premier, en el contexto nacional e internacional, porque la contribución de Etiopía es primordial para la seguridad e integración económica del denominado Cuerno Africano. Por su parte, Salva Kiir Mardayat, gobernante sursudanés, destacó el ejemplo de Etiopía para los movimientos de independencia de África y expresó que confía en que la nueva dirección resolverá, por medio de los mecanismos pacíficos, los desafíos existentes.
En tanto, Mohammadu Buhari, presidente nigeriano, dijo que las últimas elecciones ‘reflejaron la preferencia de los etíopes’ y exhortó a todas las fuerzas políticas a trabajar ‘para garantizar la armonía, unidad nacional y el desarrollo económico’.
También mostraron apoyo al gobierno etíope los presidentes Yoweri Kaguta Museveni, de Uganda, y Uhuru Kenyatta, de Kenya, quienes instaron a los países africanos a colaborar con Ahmed y el Partido de la Prosperidad (PP) para lograr la paz nacional.
Desde Asmara, el presidente eritreo, Isaias Afwerki, envió un mensaje de felicitación a ‘Abiy Ahmed por su elección como Primer Ministro de la República Democrática Federal de Etiopía’, en nombre del pueblo, el Gobierno de Eritrea y el suyo propio.
La Cámara de Representantes del Pueblo (Parlamento) reeligió este lunes como primer ministro a Ahmed, quien conducirá los designios de Etiopía los próximos cinco años.
En el cargo desde el 2 de abril de 2018, el Premio Nobel de la Paz-2019 juró ante el presidente del Tribunal Supremo, Meaza Ashenafi, servir a los intereses nacionales de manera fiel, durante el protocolo de formación del gobierno.
Realizadas el pasado 21 de junio, las elecciones generales fueron legitimadas por la Junta Nacional Electoral y calificadas de manera positiva por varios observadores internacionales.
El PP ganó por mayoría abrumadora tras un proceso que intentaron boicotear algunos partidos políticos, principalmente el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), declarado grupo terrorista por el Parlamento.
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