La medida es considerada una solución provisional hasta que el grupo de trabajo con representantes de las dos naciones y la Unión Europea (UE) presente una solución definitiva al diferendo fronterizo.
Bloqueos y ataques a puestos de control impidieron días atrás el flujo libre de personas en la zona limítrofe, hecho que prolongó el desacuerdo y obstaculizó la solución de un conflicto que dura ya casi una década.
Kosovo, provincia constitutiva de Serbia, declaró su independencia unilateral en 2008, reconocida por varios estados de Europa y el mundo pero no por Naciones Unidas ni por el gobierno de Belgrado.
Desde 2013 la UE facilita las conversaciones entre las partes, pero el proceso no logró grandes avances debido a las continuas crisis políticas en la región balcánica.
El mecanismo comunitario exige a ambos territorios la relajación de las tensiones como condición para su entrada al bloque.
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