El partido del actual primer ministro, Andrej Babis, Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), llegó a estos comicios con un 27 por ciento de apoyo popular suficiente para imponerse a las dos coaliciones opositoras.
Babis es un empresario en los sectores agroalimentario, químico y mediático cuestionado por su gestión ante la pandemia de la Covid-19 y enredos con la justicia, cuyo nombre se menciona en la investigación internacional conocida con Papeles de Pandora.
El magnate de 67 años es investigado por presunto fraude en las subvenciones procedentes de la Unión Europea y la indagatoria reveló que usó dinero de sociedades en paraísos fiscales para adquirir en 2009 algunas propiedades, entre ellas un castillo, en el sur de Francia.
Durante la campaña electoral, el partido de gobierno atacó la inmigración clandestina y se comprometió a proteger el uso de los combustibles fósiles o la combinación energética tradicional checa que se basa en la energía nuclear.
Los sondeos previos vaticinaban una hecatombe de los socialdemócratas y los comunistas, que podrían quedarse incluso sin representación parlamentaria si no superan el mínimo del cinco por ciento de votos requeridos en unas elecciones cuyo resultado se prevé ajustado, según las encuestas.
Ahora, tras computarse los resultados, el presidente de esta nación, Milos Zeman, tendrá a su cargo la designación del nuevo jefe de gobierno.
Durante las votaciones, que comenzaron el viernes para los pacientes y recuperados de la Covid-19, no hubo sondeos a pie de urna y los resultados deberán trascender en la noche de hoy, según las autoridades electorales.
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