Su médico personal, Miroslav Zavoral, declinó entonces revelar el diagnóstico del mandatario, de 77 años, internado en varias ocasiones en esa institución en los últimos años, según la prensa nacional.
El estado de salud del mandatario es foco hoy del debate político en medio de la expectativa por la designación del nuevo primer ministro tras las elecciones legislativas, cuyo resultado se conoció este domingo.
Un giro inesperado en el conteo de los votos dio la victoria a la alianza de centroderecha Spolu, que obtuvo el 27,78 por ciento, frente a la oficialista Alianza de Ciudadanos Descontentos, que logró el 27,14.
La fuerza política gobernante llegó a esos sufragios con un 27 por ciento de apoyo popular, suficiente para imponerse a las dos coaliciones opositoras, pero en medio de la campaña el primer ministro, Andrej Babis, enfrentó cuestionamientos por su gestión ante la pandemia de la Covid-19 y enredos con la justicia.
No obstante Babis aspira a mantenerse en el puesto y fue recibido por Zeman poco antes de su ingreso, pero se desconoce el contenido del diálogo bilateral.
En el actual escenario el proceso de designación del nuevo gobierno podría retrasarse, según fuentes cercanas al mandatario.
El presidente checo sufrió una operación el pasado año tras una fractura de un brazo, presenta problemas de diabetes y padece una neuropatía de las extremidades que le obligó a utilizar una silla de ruedas.
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