Rony Timothée y Biron Odigé, representantes de la plataforma, rechazaron cualquier posible injerencia de ese país en los asuntos internos y aseguraron que el regreso del diplomático forma parte de una estrategia de Washington que siempre ‘apunta a comprometer el futuro de la nación haitiana’, subrayaron en conferencia de prensa.
La víspera, el secretario de Estado, Antony Blinken, anunció en las redes sociales la designación de Merten, y aseguró que Estados Unidos ‘es un firme socio de Haití’ y siguen comprometidos con apoyar al pueblo.
Sin embargo, para organizaciones progresistas como la Plataforma Haitiana para el Desarrollo Alternativo, el regreso del diplomático reafirma que la política de Washington hacia Haití es la misma y no toma en cuenta verdaderamente al país.
Su director ejecutivo, Camille Chalmers, recalcó que Merten fue uno de los que ideó la actual política de la Casa Blanca con respecto al país caribeño, además de uno de los principales soportes del Partido Haitiano Tet Kale que gobernó a Haití en la última década.
Merten, quien fungió como embajador de 2009 a 2012, sustituyó a Michele Sison, que abandona el país tras un magnicidio y en medio del recrudecimiento de la crisis política y la inseguridad.
El Gobierno, por su parte, dio la bienvenida al polémico representante de Washington, y confirmó la determinación de trabajar ‘para el avance de los intereses de ambas naciones y una asociación duradera’, según escribió en Twitter el embajador de Haití en Estados Unidos y excanciller, Boccitt Edmond.
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