Una manifestación de Hizbulah y el Movimiento Amal contra Tarek Bitar, juez a cargo de la pesquisa de la explosión en el puerto el año pasado, derivó en una balacera que causó hasta ahora seis muertos y unos 60 heridos.
A poca distancia del Palacio de Justicia, cientos de manifestantes exigían la destitución de Bitar, a quien las dos principales organizaciones políticas de los musulmanes chiitas libanesas acusan de politizar el proceso.
Y desde edificios cercanos, francotiradores comenzaron a disparar contra los participantes en la marcha a la altura de las cabezas, según precisó el ministro del Interior, Bassan Mawlawi.
El Ejército acordonó la zona e inició una operación con tanques y vehículos pesados destinada a controlar la situación.
Los mandos militares advirtieron por las redes sociales que los soldados abrirían fuego contra cualquier pistolero y pidieron la evacuación de los civiles.
El primer ministro Najib Miqati solicitó calma a los ciudadanos y que no se dejaran arrastrar por la violencia.
Con igual petición, Hizbulah y Amal llamaron a sus seguidores a evitar caer en la trampa de un choque sectario y acusaron a grupos armados y organizados de agredir a sus partidarios.
De acuerdo con las dos formaciones, esas acciones contemplaban el objetivo de encubrir la responsabilidad en la catástrofe de la terminal portuaria con un saldo de más de 200 muertos y unos seis mil 500 heridos.
El canal Al Manar TV culpó de los ataques al partido cristiano Fuerzas Libanesas, cuyos partidarios tienen una fuerte presencia en las cercanías del lugar de los hechos. mgt/arc