La reunión se realizó en la explanada del Palacio de Gobierno en el marco de la II Cumbre de Mujeres del Abya Yala (nombre originario del continente americano), espacio de diálogo enfocado en la defensa de la Pachamama y los derechos de los pueblos indígenas.
Asistieron delegadas de organizaciones femeninas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Perú, en este último caso de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas.
Previamente, las féminas se movilizaron por el centro de Lima, danzando al ritmo de la música folclórica hasta llegar a la sede presidencial.
En el gran patio del frontis del Palacio realizaron un ritual denominado ‘Sembrado de la semilla de todas las sangres’, al que también se sumaron las ministras de Desarrollo e Inclusión Social Dina Boluarte y de Cultura, Gisela Ortiz.
La titular de la Mujer saludó la actividad y destacó que ocurrió ‘en el contexto de un proceso muy importante para el país, como es la segunda reforma agraria que busca, entre otras cosas, destinar recursos al desarrollo de la mujer rural’.
Esa reforma, además, incentiva la soberanía alimentaria de las mujeres y sus familias y protege el agua y bienes comunes de uso agrícola, dijo.
Por su parte, la primera dama destacó la importancia de la tierra, el agua y las semillas como elementos de revalorización de la cultura nacional.
‘Sin las hermanas mujeres, nosotros no tuviéramos qué comer. Gracias a ellas, que trabajan en la chacra, día tras día. Lo hacen con amor y eso es muy importante’, añadió.
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