‘El tiempo está dando la razón a Lula en dos aspectos: siempre ha proclamado su inocencia y su confianza en la Justicia. Y siempre se ha considerado víctima de una persecución judicial en el marco de Lava Jato’, señaló el periódico, citado por el portal de noticias Brasil 247.
Reseñó que, a un año de las elecciones presidenciales en Brasil, el fundador del Partido de los Trabajadores ‘tiene el camino despejado para dar la batalla frente al presidente Jair Bolsonaro, de extrema derecha’.
Explicó que Lula recuperó los derechos políticos en marzo pasado, cuando el Supremo Tribunal Federal anuló las dos condenas por corrupción que mantuvieron preso 19 meses al exdirigente obrero y que, por decisión de esa misma corte, le impidieron medirse en las urnas con Bolsonaro en 2018.
El cotidiano aseguró que a la anulación de las condenas le siguió otro fallo judicial, el cual consideró que el exjuez Sérgio Moro no fue imparcial al juzgar a Lula.
Tal sentencia tuvo ‘un efecto cascada cristalizado en una serie de decisiones judiciales que en los últimos meses ha supuesto el cierre de prácticamente todos los casos contra el hombre que presidió Brasil de 2003 a 2011. Solo le queda un caso penal abierto’, según su defensa.
De acuerdo con El País, ‘salvo sorpresa mayúscula, tanto Lula como Bolsonaro serán candidatos en las elecciones a doble vuelta previstas para octubre de 2022’.
Indicó que el exmandatario lidera las encuestas de opinión con holgura, ‘pero es improbable que los votos de la izquierda por sí solos logren derrotar al ultra Bolsonaro’.
Para el diario, ‘Lula necesita forjar una alianza amplia como la que le dio su primera victoria electoral, en su cuarto intento, hace casi dos décadas. Tiene a su favor la erosión de Bolsonaro por los 600 mil muertos que ha dejado en Brasil la Covid-19 y la crisis económica’.
Refirió que un informe del Senado brasileño recomienda que el excapitán del Ejército sea acusado de crímenes contra la humanidad por su gestión de la pandemia.
‘Muchos brasileños se han arrepentido de haber votado al militar retirado, pero eso no implica disposición a apoyar al Partido de los Trabajadores dentro de un año’, sostuvo El País.
Concluyó que Lula, quien a lo largo de su carrera demostró ser un buen estratega, deberá hilar fino para construir una coalición y aunar ‘fuerza suficiente para convertir la presidencia del populista de ultraderecha Jair Bolsonaro en una pesadilla pasajera’.
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