‘La migración irregular ha superado nuestra capacidad de respuesta. Además, sabemos que se puede contener. De los 12 países que estamos aquí, solo Panamá y Colombia tienen una frontera de selva cerrada, mientras que en otros puntos se pueden implementar restricciones efectivas de paso’, dijo en su participación virtual.
Una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mire) aseveró que la titular llamó la atención sobre la urgencia que requiere la gestión de este flujo, que no puede ser manejado de forma aislada y aclaró que con recursos limitados Panamá hace su parte con controles biométricos, atención médica, albergue y alimentación.
Desde hace más de ocho meses, el Mire llamó la atención de la inédita situación de la migración irregular a lo largo del continente, y nuevamente Mouynes insistió en la necesidad de acciones compartidas para atender las necesidades de las personas en tránsito.
Llamó a reforzar el diálogo político y técnico para evitar que las redes de trata y tráfico de personas sigan lucrando con esta población en riesgo y para ello Panamá convocó en agosto pasado la primera reunión regional sobre el tema, en la cual planteó la corresponsabilidad regional frente a los flujos migratorios.
A la conferencia ministerial, efectuada de forma presencial y virtual, asistieron también representantes de Belice, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Honduras, Guatemala, Guyana, Perú, República Dominicana y Surinam, según la fuente.
La semana anterior, el presidente del país, Laurentino Cortizo, expresó que ‘nosotros no queremos en Panamá ningún migrante irregular’ y se refirió a un posible encuentro próximo con los presidentes de las naciones involucradas en la actual ruta migratoria continental.
Adelantó que los mandatarios deben ponerse de acuerdo para ‘tomar decisiones que pueden ser bien drásticas. Tenemos que mandar un mensaje y no puede ser muy suave’, y aunque no reveló el contenido del mismo, adelantó que es necesario activar la obligatoriedad de visas para cruzar fronteras.
Este cambio de la posición panameña respecto al concepto ‘flujo migratorio controlado y seguro’ se produjo tras la visita de una delegación estadounidense encabezada por Uzra Zeya, subsecretaria de Estado de Seguridad Civil, Democracia y Derechos Humanos, quien se entrevistó con Cortizo y Mouynes, entre otras autoridades.
Estadísticas oficiales ilustran la magnitud de la crisis, pues en lo que va de año más de 107 mil migrantes atravesaron la selva de Darién en la frontera colombo-panameña, cifra que el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino, calcula que podría incrementarse hasta 150 mil al finalizar 2021.
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