En un anuncio en los medios estatales, la junta dijo que defiende el principio de coexistencia pacífica con otros países y que cooperaría con el consenso de cinco puntos acordado en abril con el bloque regional.
La decisión llega después que los ministros de Relaciones Exteriores de la Asean decidieron vetar al líder del golpe de Estado del 1 de febrero, Min Aung Hlaing, de su próxima Cumbre.
En un principio, la junta contraatacó y acusó a la organización de apartarse de sus principios de consenso y no injerencia, pero al parecer cede ahora a la fuerte presión internacional.
La exclusión es un desaire sin precedentes de un bloque criticado durante mucho tiempo por ser tardío e ineficaz al tratar con los gobiernos miembros acusados de atrocidades.
Entre los principales motivos del veto estuvo la negativa del gobierno de facto a permitir que el enviado especial de la Asean, el vicecanciller de Brunei, Erywan Yusof, se reuniera con miembros de la oposición.
Según activistas, más de mil civiles han muerto en una ofensiva posterior al golpe en Myanmar, y miles más fueron detenidos, muchos torturados o golpeados.
Esta semana fueron liberados varios centenares como parte de una amnistía general, pero algunos volvieron a las cárceles apenas horas después de estar en libertad.
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