En una entrevista concedida al diario Folha de Sao Paulo y amplificada por otros medios y redes sociales, el capitán del premiado largometraje Tropa de Elite declaró que, incluso con restricciones, votaría por el fundador del Partido de los Trabajadores.
Aprovechó para reiterar su admiración por Lula, ‘el presidente más importante de la historia de Brasil’ y, según casi todos los sondeos, favorito para ganar las justas comiciales de 2022.
Vísperas del Día de la Democracia (26 de octubre), el actor aseguró que ‘lo que está en juego hoy es la propia democracia’.
Insistió en ‘mirar la salud de la democracia, independientemente de quién sea el próximo presidente de Brasil. Tenemos que vencer este retraso’, remarcó.
Señaló que el ascenso del mandatario Jair Bolsonaro al poder fue ‘trágico, pero pedagógico’, por revelar que Brasil es también ‘un país autoritario, violento, racista, de una élite de escroto’.
Para el actor, el exmilitar es ‘un personaje conectado a la cloaca de la historia brasileña, que nos muestra que Brasil no es solo un país de originalidad, de belleza, de poder, de diversidad, de biodiversidad’. Considerado por la crítica como uno de los protagonistas del cine brasileño actual, Moura se inició en el teatro en Salvador, capital del estado de Bahía (nordeste), donde trabajó con directores de renombre como Fernando Guerreiro y Celso Júnior.
Actualmente participa en prelanzamientos de Marighella, que se estrenará tres años después de su producción.
El filme narra la trayectoria de Carlos Marighella, un político guerrillero que luchó contra la dictadura militar en las décadas de 1960 y 1970.
‘La película se estrenaría a principios de 2019, al inicio del gobierno de Bolsonaro. Cuando quisimos estrenarla a inicios de año, dos peticiones de la productora de la película, O2, fueron rechazadas inesperadamente por Ancine (Agencial Nacional del Cine)’, detalló recientemente el artista en un programa de televisión.
Tal petición, explicó, se hizo en varias otras ocasiones. ‘Cuando las solicitudes fueron denegadas, los hijos de Bolsonaro lo celebraron en Internet (…) Bolsonaro detuvo su vida de presidente para grabar un video hablando mal de la película, de mí’, denunció.
‘No tengo ningún problema en decir que fuimos víctimas de la censura. No la censura existente durante la dictadura (1964-1985), en la cual se mostraba el trabajo al censor (…) Sino una censura que hacía imposible la existencia de la película’, subrayó.
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