El canciller libanés, Abdala Bou Habib, opinó que lo sucedido es un problema y no una crisis con los hermanos del reino y las naciones de la península Arábiga.
Kordahi expresó que los rebeldes hutíes en Yemen enfrentan una agresión de una coalición militar encabezada por Riad, a la cual calificó de guerra inútil, aunque esas declaraciones las formuló a título personal y un mes antes de asumir el cargo.
Arabia Saudita retiró a su embajador en Líbano, dio 48 horas al jefe de la misión libanesa para abandonar el país y clausuró todas las importaciones de la llamada nación de los cedros.
Una célula de crisis creó Beirut para abordar el roce diplomático, la cual celebró hoy una reunión extraordinaria con la participación de cinco ministros y el jefe de Gobierno Najib Mikati.
La misión de esa entidad, dijo Bou Habib, contempla arreglar las desavenencias para superar la lamentable disputa.
El problema, apuntó, puede resolverse y superarse mediante un diálogo honesto y fraternal en aras del interés de nuestros países amigos, puntualizó.
Con posterioridad, el reino de Bahréin ordenó al embajador libanés que saliera del país e igual decisión tomó Kuwait.
Hay rumores que todos los afiliados al Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán y Kuwait) adoptarán la misma medida de expulsar a los representantes diplomáticos libaneses.
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