En declaraciones a la prensa, el también presidente del disuelto Consejo Soberano de Transición, manifestó que para la realización de esas proyectadas elecciones se consultó con organizaciones políticas de este país y la Misión Integrada de Naciones Unidas para la Asistencia en Sudán.
Con anterioridad, al-Burhan, actual jefe del Estado mayor del Ejército, expresó que en el próximo gobierno provisional, el cual se conformaría en los próximos días, el depuesto primer ministro Abdalá Hamdok, bajo arresto domiciliario, es uno de los candidatos para encabezar ese Ejecutivo.
Por su parte, el portavoz de la Asociación de Profesionales Sudaneses (APS), Mohammed Yousef al-Mustafa, advirtió que en este estado debe formarse un gobierno compuesto por personas capacitadas que se inclinen por la democracia y respeten los derechos humanos, sin elementos del ejército.
Señaló además que los implicados en la toma del poder por la fuerza deben rendir cuentas ante la justicia.
Luego del golpe militar, Sudán fue sacudido por multitudinarias protestas, organizadas por las denominadas Fuerzas por la Libertad y el Cambio y la propia APS, las cuales fueron reprimidas en Jartum, la capital, y otras ciudades, por las fuerzas de seguridad.
Según denuncias del Comité de Médicos de Sudán, desde el pasado lunes hasta la fecha suman 12 los muertos y más de 280 los heridos por violentas acciones durante las manifestaciones.
Diversas organizaciones, entre ellas, Naciones Unidas, la Unión Africana y la Liga Árabe, exigieron recientemente a las autoridades de facto en Jartum que devuelvan el poder a un gobierno civil y restituyan las garantías constitucionales en el territorio nacional.
Fuentes humanitarias aseguran que Sudán, donde a mediados de septiembre último también ocurrió una fallida asonada perpetrada por uniformados, sufre una acentuada crisis económica, con elevada inflación, escasez de alimentos y altos precios de los combustibles y medicamentos.
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