La bancada parlamentaria del bloque progresista Juntos por el Perú evocó los hechos, recordando que el Grupo Colina, destacamento militar ilegal de exterminio de sospechosos de terrorismo, dio muerte el 3 de noviembre de 1991 a 15 civiles inermes.
Anota que entre los asesinados estaba un niño de ocho años y que el comando ilegal penetró al humilde solar en que se celebraba una fiesta popular y, sin decir palabra, los acribillaron.
Versiones de la época señalan que al lado de ese vecindario había otro similar que era el objetivo de los militares, que creían que en el lugar se reunían los participantes en un cruento atentado del grupo armado Sendero Luminoso, realizado días antes, contra el regimiento escolta presidencial, cuando transitaba en un autobús.
El jurista Carlos Rivera, abogado de las familias de las víctimas de la masacre, recordó a su vez que la Corte Suprema condenó en abril de 2007 a Fujimori como autor mediato de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta y declaró que fueron crímenes de lesa humanidad.
El Lugar de la Memoria, un museo que recuerda la llamada guerra interna librada entre 1980 y 2000, rindió homenaje a las víctimas del solar de la zona popular de Barrios Altos, en especial al niño abatido con balas de armas automáticas, Javier Ríos.
Kuczynski tiene pendiente además otro juicio por la matanza de Pativilca, de seis campesinos en conflicto con un empresario, los cuales fueron previamente torturados en las afueras de esa población del norte de la región de Lima.
Los condenados por secuestro y homicidio agravado, como Fujimori, no tienen derecho a reducciones de pena ni indulto, pero en 2017 el presidente Pedro Pablo Kuczynski lo excarceló con un indulto, en un acuerdo político con un hijo del exgobernante, medida anulada por Poder Judicial por ilegal y Fujimori volvió a prisión.
Este fugó a Japón en 2001 tras un escándalo de corrupción y fue extraditado de Chile en 2007 y en 2009 fue condenado por la Corte Suprema.
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