Precisamente en el Día de la Energía en la COP26, el presidente de la Conferencia, Alok Sharma, dio a conocer el nuevo compromiso para eliminar las inversiones en carbón, aumentar la energía no contaminante, realizar una transición justa y eliminar el carbón para la década de 2030 en las principales economías, y en la década de 2040 en el resto.
El texto cuenta con 77 firmantes, entre ellos 46 países, 23 de los cuales se comprometieron, por primera vez, a acabar con el uso del mineral como fuente de energía, sin embargo, 506 productores de petróleo y gas tienen previsto añadir 190 mil millones de barriles a sus carteras de producción en los próximos siete años.
Sharma afirmó que todo esto contribuye a potenciar un mundo de cero emisiones, «nos corresponde a todos, gobiernos, empresas, instituciones financieras y sociedad civil, y debemos seguir posibilitando el momento a través de alianzas y coaliciones. Llegamos a un punto en el que la energía del carbón pasará a la historia», dijo.
Fuera del plenario de la Conferencia delegados y otros representantes como la ONG alemana Urgewald en defensa de los derechos humanos y del medio ambiente afirmó que la industria está en un curso de expansión imprudente, con formas de producción más sucias que representan el 50 por ciento de los nuevos proyectos, significó.
El anuncio promete el fin del apoyo directo a programas internacionales de combustibles fósiles, excepto en circunstancias limitadas y claramente definidas coherentes con un límite de calentamiento global de 1,5 grados y con el Acuerdo de París, apuntó Jing Zhu, director del programa de justicia energética del Centro para la diversidad biológica de Estados Unidos.
Se trata del primer compromiso político para eliminar progresivamente la financiación, no sólo del carbón, sino también del petróleo y el gas, si se lleva a cabo, supondría que los 18 mil millones de dólares anuales destinados a combustibles fósiles pasarían a las energías renovables, explicó Zhu.
msm/crc