En análisis con representantes de las seis empresas de ese tipo, el jefe de Gobierno detalló entre las medidas necesarias el incremento de las capacidades de almacén, las inversiones en plantas de clasificación y la extensión del servicio a todas las provincias.
Marrero insistió en la organización y eficiencia de las entidades para que los paquetes lleguen en el tiempo establecido a sus destinatarios finales.
Todas las provincias debieran tener una empresa estatal, sucursal, mediana o pequeña empresa, o cooperativa dedicada a la distribución que permita disponer de una red efectiva, dijo.
Las nuevas propuestas para la labor de las transitarias surgieron del diagnóstico realizado en las últimas semanas por un grupo especializado del Gobierno que detectó problemas organizativos como falta de inversiones, trabas e ineficiencias, de acuerdo con un reporte de la televisión local.
Luego de la acumulación en los últimos dos años de grandes volúmenes de cargas, en cinco semanas un millón de cubanos recibieron envíos atrasados.
“Hay que volver a reconocer el trabajo que se ha hecho, ya lo que se ha distribuido en estos 40 días aproximadamente es más de lo que se repartía en seis meses”, aseguró el primer ministro.
Sin embargo, agregó, aun restan cerca de ocho mil paquetes fuera de los límites de tiempo por problemas ajenos a las agencias en la mayoría de los casos.
“Al mismo tiempo continúan llegando semanalmente envíos al país, y tenemos que ir montando un sistema que llegó para quedarse y perfeccionarlo”, concluyó.
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