En el informe de su primer año de gestión presentado este lunes ante la Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento), Arce señaló que durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez (noviembre de 2019-noviembre de 2020) la inversión ejecutada en materia de hidrocarburos y energía alcanzó los mil 696 millones de bolivianos (más de 242 millones de dólares).
Para el 2021 —dijo— esta cifra se triplicó a cinco mil 634 millones de bolivianos (alrededor de 805 millones de dólares), con el objetivo de potenciar y robustecer el potencial energético del país.
El mandatario agregó que la producción de gas natural en la gestión 2020 fue de 43,5 millones de metros cúbicos día (MMmcd), en cambio este año subió a 45,4 MMmcd, es decir se incrementó en 4,4 por ciento, citó la Agencia Boliviana de Información.
En tanto, la producción de hidrocarburos líquidos pasó de 41,6 miles de barriles día a 42,9 miles de barriles día, lo que representa un crecimiento de 3,1 por ciento.
Por su parte la renta petrolera escaló de mil 652 millones de dólares a mil 918 millones, para un incremento de 13,9 puntos porcentuales.
Arce subrayó que este vital aporte se destina a los tres niveles de gobierno en forma de regalías e Impuesto Directo de los Hidrocarburos, a las universidades públicas y al pago de la Renta Dignidad, uno de los subsidios establecidos para sectores de bajos ingresos.
Añadió que la comercialización de gas natural en el mercado interno llegó a 11,4 MMmcd, 15,7 puntos porcentuales más respecto a la gestión anterior.
“En este año de gobierno programamos superar las 89 mil conexiones internas de gas doméstico, en la gestión 2020 fueron de sólo 52 mil 292, superando en 71 por ciento lo realizado y beneficiando a casi 90 mil familias”, precisó el mandatario.
Comentó que en el año en curso se realizaron 10 mil 170 conversiones de vehículos a gas natural vehicular, 594 por ciento superior a las ejecutadas durante el gobierno de facto (dos mil 501). En cuanto al sector de energía eléctrica, mientras la potencia instalada en 2020 fue de 45 Megavatios (MW), este número subió a 617 MW en el actual calendario, lo que garantiza estabilidad energética en la nación sudamericana.
“Hemos logrado incrementar la potencia efectiva al Sistema Interconectado Nacional en dos mil 140,7 por ciento, llegando a una potencia de 578 MW”, apuntó el presidente boliviano.
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